Esta historia habla de amor, traición, y desesperación.

Todo empezó en el cole en el 2005, conocí a Luis el hombre que amo. Nuestra amistad fue muy bonita hasta que un día el se me declaro, pero en ese entonces yo no quería nada, pues apenas me estaba recuperando de una traición. Pero el insistía, y sobre todo se llevaba con mis amigas y entonces ellas me encamaban que entre con él, hasta que me convencieron y lo acepté.

El era muy cariñoso, detallista, comprensible, respetuoso; en pocas palabras, la persona que pedía a Dios que me la ponga en el camino, pero yo no lo valoraba pues tenía 14 años y mucho terror a enamorarme y además mi mama siempre me decía que los hombres son malos, que solo buscan tener relaciones y luego se van. De verdad tenía mucho miedo a enamorarme.

Pero con el pasar del tiempo y con su forma de ser se robo mi corazón para ese entonces llevábamos dos años de noviazgo y nos amábamos mucho. Pero no todo es color de rosas, empezaron las discusiones y él decide irse de viaje por 3 meses, sin solucionar lo nuestro.

En este tiempo conocí a un chavo, éramos amigos y nada más, pero me ilusioné, pues me hablaba cosas bonitas que ni mi enamorado me las decía y yo, toda una adolescente, me las creí todas, hasta que un día nos besamos. Después de aquel beso me sentí muy mal pues sentía que le había engañado a Luis. No se imaginan como maldigo ese día pues marco mi vida para siempre. A ese chavo no lo he vuelto a ver.

Cuando Luis regreso de su viaje, se entero de lo sucedido, ya que en un momento de descuido ha leído mi diario y ya pues no lo puede negar y lo acepté. Entonces terminó conmigo, pero yo insistía que me perdonara y que nos diéramos una nueva oportunidad, que yo lo amaba. El acepto regresar pues al igual que yo él me amaba, pero también no podía perdonarme, lo amaba mucho y no quería separarme de él. Por eso seguía, pues tenía la esperanza que algún día me perdonara y olvidara el pasado.

Y por un tiempo parecía que todo volvió a la normalidad: el volvió a ser cariñoso, demostraba que me amaba y que me había perdonado, imagínense que cuando cumplí 16 años me hizo una fiesta sorpresa. Salíamos de paseo, siempre estábamos en las buenas y en las malas, incluso me entregue a él. Todo el mundo sabía de nuestra relación. Además el entraba en mi casa, se llevaba con mi familia, era un amor. Y, claro, esta vez no estaba dispuesta a perderlo, ahora soy cariñosa me preocupo por él, trato de hacerlo feliz, además me llevo a la casa de él a presentarme a la mama, y al resto de la familia.

Me propuso matrimonio pero no lo acepté. Ustedes se preguntaran porque si digo que lo amo y la repuesta es que mi meta es obtener un título profesional, y lo voy a cumplir, pues quiero un buen futuro para mí y para mis hijos algún día y por eso no acepte casarme, pero estamos comprometidos pues el pidió mi mano a mis padres, no se imaginan cuanto nos amamos y que hermoso estar enamorada.

Pero luego él se volvió indiferente, le pedía que nos viéramos y siempre me ponía excusas y otra vez empezó a recordarme que le había engañado, las discusiones continuaban, hasta que por fin el 20 de julio del 2010 me explica el motivo de su indiferencia, pues me dice que había conocido una chica y que al comienzo le gustaba pero luego le había pedido que sea la enamorada, y que ya están vacilando un mes, y me pedio que le perdonara, que está confundido porque no sabe si realmente está enamorado de ese chica o es una ilusión. Me pidió que nos diéramos tiempo para aclarar sus sentimientos. Me quede en shock, no me lo esperaba, y le reclame porque me torturaba a cada rato que le había engañado si lo mío fue un simple beso que ocurrió hace años, y por qué no se tomaba en cuenta que lo que él me había hecho si era un engaño, pues él estaba vacilando con la chica un mes estando conmigo.

Tremenda noticia intente suicidarme pero no tuve el valor, pero si caí en una terrible depresión, deje de comer, no dormía pasaba llorando día y noche, no quería ver el amanecer, incluso deje de irme a la U por un buen tiempo, pero gracias a Dios y con la ayuda de un psicólogo lo pude superar.

Hasta que un día decidí llamarlo para que se entere que ya estoy bien que no me había muerto por amor, que sepa que lo odio, lo detesto, y saben el me pide que nos veamos y que le diga personalmente todo lo que le había dicho por teléfono, bueno acepté porque estaba segura que ya no lo amaba, pero todo cambio cuando lo tuve en frente, quería abrazarlo y besarlo, pero trate de disimularlo, cuando nos saludamos lo primero que me dijo es “Por favor, perdóname. Te cambié por una persona que no valía la pena, ahora estoy solo, sin tu amor, sabes te sigo amando el error que cometí me sirvió para darme en cuenta que tu eres la mujer a la que amo”. En todo este tiempo no te he buscado por temor a tu rechazo y me preguntó si todavía lo amaba. Mi respuesta fue no. obvio le mentí, porque al tenerlo al frente volvieron todos esos sentimientos que yo creí que ya no existían.

Después de esta charla quedamos como amigos, de vez en cuando nos encontrábamos, hasta que un día nos dejamos llevar por lo sentimental y terminamos juntos. Después de lo sucedido decidimos regresar pero saben, la relación no era la misma. El desconfiaba de mí y yo de él, así que terminamos.

Actualmente tengo 20 años y no sé qué hacer con esta relación, el dice que me ama y yo lo adoro. Les prometo que hay veces que los dos lloramos amargamente, porque no sabemos qué hacer ya hemos intentado separarnos pero no se puede y estar juntos peor… imagínense que hemos llegado al extremo de intentar con otras personas pero es imposible separarnos porque hay algo que nos une: ¿será el destino o el amor?

Ahora nos vernos a escondidas y de vez en cuando para que nuestras parejas y familiares no se enteren.

No sé qué hacer, estoy desesperada.